sábado, 11 de septiembre de 2010

RENDIDA

Me deslumbran tus condiciones,
ya no forjo ninguna tregua,
pues mis pasos son de inmigrante
caídos en tu planeta,
he saboreado el amargo natre
que me has regalado en tus letras.


Vendí mis huesos al viento
soy solo ahora silueta,
desgastada por tus palabras,
mira como me tienes amadísimo poeta,
de tu dulces expresiones,
y desde mis infinitos calvarios,
brinco, y rehúyo a tus huellas,
me escapo como una gota a tu pecho
y voy derecho a tu latiente seguro,
te tomo deseando, con mis manos ya ajenas.


Te delato amor frágil e inclemente,
ya no quiero seguir en tus rumbos
tan inseguros e inciertos,
doy giros como remolinos
y espero a que me detengas,
huyo de nuevo de tus fieras,
corto caminos y no me dejas,
rompo los lazos y se amarran con insistencia,
grito de rabia por no soltarme,
y tu ríes como carcelero de mis deseos,
ya flotan rendidas mis figuras poéticas,
ya mas no puedo, insisto no me retengas.


Mi completa existencia tienes presa,
soy como una ave atrapada
en la jaula del pajarero,
sin dominio de mi misma
a los pies de tus amores fríos
mi libertad comienza...
En tus ganas de permitirme verla.

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